Reducir, reutilizar y reciclar en
los juguetes
Los
juguetes, como el resto de productos, también deben asumir las tres erres del
consumo responsable. Hay que saber reducir el consumo de juguetes que no se van
a utilizar y que además pueden dificultar que los pequeños aprendan a valorar
las cosas. También hay que enseñar a los niños que pueden crear ellos mismos
los juguetes a partir de materiales caseros y ecológicos que despiertan su
imaginación.
Por su
parte, los pequeños también pueden aprender que los juguetes están elaborados a
partir de materiales que no son ilimitados. Por ello, es preciso conservarlos
el máximo tiempo posible hasta que ya no se utilicen y, en tal caso, optar por
la reutilización y regalarlos a quien pueda jugar con ellos, o por el reciclaje, si se han
estropeado. Otra opción, que incluye comportamientos responsables y solidarios,
es la entrega de juguetes, ya sean nuevos o usados en buen estado, a las
personas y organismos que se dedican a recolectar regalos para las personas con
menos recursos.
En cuanto a los juguetes con pilas, además de suponer un gasto adicional, contienen
metales pesados nocivos para la salud, como el mercurio, el cadmio y el plomo,
y en la mayoría de las ocasiones no aportan un valor especial. Si aún así se
compra un juguete con pilas, cuando se agoten, hay que depositarlas en
contenedores especiales para evitar que lleguen a contaminar el medio ambiente
y facilitar su reciclaje, en especial las pilas de botón, que contienen más
mercurio. Una opción intermedia sería comprar pilas recargables con un cargador
que utilice placas solares.
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